Todos hemos oído hablar y, seguramente, hemos usado alguna vez la expresión o frase hecha “patito feo” para referirnos a algo o alguien que, a priori, no encaja o que está mal visto, según los estándares de lo que se considera “normal”.
Pues bien, entre las cosas consideradas “patito feo” se encuentran, también, algunas viviendas que, debido a ciertos aspectos, cuestan más de vender que otras. A continuación analizaremos qué inmuebles tienen esta consideración y por qué, y descubriremos cómo promover su venta.
¿Qué es una vivienda considerada “patito feo”?
El mercado inmobiliario actual suele considerar que las viviendas “patito feo” son todas aquellas que, por sus características, son muy difíciles de vender. ¿Por qué? Porque, a grandes rasgos, no resultan atractivas para los compradores en general.
Entre dichas características consideradas negativas, destacan, por ejemplo, que el barrio en el que se encuentran no está bien comunicado o no es seguro; que disponen de una mala distribución; que sus techos son bajos; o que no cuentan con demasiada luz natural, entre otras.
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