Dúplex con terraza en Calle Calle de Elizabete Maiztegi, Miramon - Zorroaga
Un rincón de paz en Donostia que lo tiene todo (aunque no lo parezca) Te voy a contar algo que no sale todos los días. Hay una casa en Aiete, en esa zona entre Miramón y los hospitales donde se respira tranquilo, donde lo más ruidoso que vas a oír es a los pájaros por la mañana. Pero lo mejor es que, aunque estés en una zona residencial de verdad, tienes el centro, Amara o incluso el Antiguo a tiro de piedra, y la autopista a dos minutos si te hace falta salir de la ciudad. Ya solo por eso, ya interesa. Pero esta casa… es otra cosa. Es un dúplex en una urbanización que da gusto. Una de esas que no se ven desde fuera, con piscina, jardines, una pista de pádel, parque para los críos… Todo muy bien cuidado, sin agobios ni pretensiones. Como tiene que ser. Entrar en la casa es como entrar en un sitio que ya conoces. El salón tiene esa luz que no se compra, que solo tienen las casas bien orientadas. Y una terracita coqueta, lo justo para desayunar fuera, tomar algo o simplemente dejarte llevar mirando el cielo un rato. La cocina está abierta, moderna y bien equipada, pero sin ser de catálogo: es de las que se usan. Abajo tienes tres habitaciones que dan al exterior, todas con ventanas grandes. La principal tiene su baño propio y buenos armarios. El otro baño está en el pasillo, práctico y muy bien mantenido. Nada que hacerle. Y luego está arriba. Que eso sí que sorprende. Subes por una escalera que queda muy bien integrada y te encuentras con un espacio abierto, con chimenea y baño, que sirve para mil cosas. Oficina, zona de juegos, cuarto de invitados, estudio… Lo bueno es que tiene su propia entrada también por el ascensor, así que incluso puedes darle cierta independencia si la necesitas. Ah, y no te preocupes por el coche: tienes un garaje cerrado enorme incluido, en el mismo edificio, bajando por el ascensor. Caben dos coches sin apreturas, y todavía te sobra sitio para bicis, esquís o lo que guardes tú. El edificio es reciente (de 2016), con fachada ventilada en piedra, ascensor a cota cero y sin nada pendiente. Está impecable. Y dentro, la vivienda está para entrar a vivir. No hay que pensar en reformas ni historias. Te lo digo de verdad: si estás buscando algo que te dé calidad de vida real, espacio, calma y que no esté perdido en las afueras, esta casa es una oportunidad rara. Y si te gusta más vivir que enseñar casas, vente a verla. Esta no se entiende en fotos.
- 4 habs ·
- 3 baños ·
- 110 m² ·
- 2ª planta
