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¿Te imaginas despertar cada mañana con el canto de los pájaros, rodeado de vegetación mediterránea, con el Parque Natural como vecino y el mar brillando al fondo? Esta casa es mucho más que una vivienda: es un estilo de vida donde el silencio, la amplitud y la conexión con la naturaleza lo impregnan todo. Situada en la tranquila urbanización de La Molassa, a pocos kilómetros de la playa, esta propiedad combina lo mejor del entorno natural con el confort de un hogar pensado para disfrutar en familia o con amigos. Desde el primer momento, la casa transmite carácter y serenidad. Al cruzar el umbral, un elegante recibidor marca el tono de la vivienda: espacios amplios, luz natural a raudales y vistas que te roban el aliento. El gran salón-comedor, bañado por el sol, ofrece acceso directo a una amplia terraza donde las vistas al Parque Natural y al mar se convierten en parte del día a día. En esta estancia también encontrarás aire acondicionado, ideal para las jornadas más cálidas. En esta planta principal, la casa dispone de tres habitaciones dobles, una de ellas en suite con vestidor y baño con bañera, un baño adicional para las otras dos habitaciones y una cocina grande, luminosa y funcional, perfecta para quienes disfrutan cocinando con vistas al verde. También encontramos un espacioso lavadero con salida directa a la terraza, perfecta para comidas al aire libre, tardes de lectura o cenas de verano bajo las estrellas. La planta superior suma tres habitaciones más: una estancia principal con salida a terraza privada y dos habitaciones dobles adicionales, todas ellas con mucha luz y privacidad. Un baño completo con bañera da servicio a esta planta, así como un gran trastero que permite mantener el orden sin esfuerzo. En el sótano, un amplio garaje con capacidad para tres coches y dos trasteros extra completan una propiedad pensada para ofrecer el máximo confort sin renunciar al entorno natural. La vivienda está equipada con calefacción a gas, lo que garantiza una temperatura acogedora durante los meses de invierno. Todo ello en una parcela de 630 m² y una superficie construida de 363 m². La zona exterior invita a la desconexión. Rodeada de vegetación autóctona, con rincones de sombra y luz, esta casa respira paz, privacidad y aire puro. Un lugar donde el estrés no tiene cabida, donde el mar y la montaña se abrazan a diario. No es solo una casa, es tu próximo hogar. Un lugar donde crecer, descansar y vivir plenamente, a un paso del mar y rodeado de naturaleza. ¿Preparado para enamorarte? Ven a descubrir esta joya escondida entre el mar y el bosque. Te está esperando.