Àtic amb terrassa a Els Canyars
Desde lo alto de la sierra Mazateca, se escucha un meloso silbido. Kysiro comunica a través del viento de sus labios, el camino a su amada, quien devuelve el silbido sorteando los árboles que rodean su hogar. Desde los bosques de Canyars, aparece el piso SILVIDOS DE MADRENSES. Con 125 m² nos chifla invitándonos a conocerlo y nos dibuja el camino. Comenzamos. Se dice que alrededor del piso vivían ninfas que imitaban las voces de quienes se perdían en ellos haciendo confundir a los amados. Kysiro lo sabía. Entre las vistas del salón apreciamos el espacio. Hace dos años se reformó eliminando paredes y creando este gran ambiente. Salón, comedor y cocina se mezclan a la vez que cada espacio se convierte en único. Los tres ambientes conectados que lucen en la terraza. Con una clara orientación sur la luz brota descarada por todos los ambientes. Salimos. Kysiro al ver que ella no venía comenzó a gritar, sin embargo eran las ninfas las que respondían. No funcionaba. En el silencio escuchó un silbido, suave, meloso, inimitable. Las ninfas no disponen de labios. Seguimos por los dormitorios. Dos es el número. Una individual y una doble con baño en suite. La planta se complementa con un segundo baño. Subimos a la buhardilla en donde los techos nos llegan hasta el infinito. Una ventana velux solar nos invita a soñar con las estrellas cada noche con vistas a la luna. Puede ser desde la cama o bien desde una segunda terraza privada. Hay una sorpresa más. El dormitorio goza de un vestidor que da acceso a una sala de meditación, un cine o tan sólo un lugar para pensar en todos esos sueños que aún no hemos alcanzado. Kysiro devolvió el silbido, guiando a su amada hasta sus brazos, desde entonces el piso SILVIDOS DE MADRENSES guía a parejas hacia los abrazos de su amado hogar.
- 4 habs ·
- 2 baños ·
- 125 m² ·
- Ascensor
