Viviendas y casas en venta en Montequinto

Querido interesado: Este piso no es solo un espacio bien distribuido con tres habitaciones, dos baños, garaje y piscina. Es, sobre todo, un lugar donde la vida transcurre con calma, sin dejar de estar conectada al pulso de la ciudad. Está en Montequinto, en una urbanización cerrada, donde el silencio de la noche y la seguridad forman parte del día a día. Aquí, las mañanas comienzan con la luz entrando suave por el ventanal del salón. La cocina —que puede ampliarse incorporando el lavadero— ofrece más de lo que parece: espacio para cocinar, sí, pero también para reunirse, hablar, decidir qué se cena o qué se hace el domingo. No es lujo, es comodidad real. Es pensar en cómo será tu vida dentro, y no solo en cómo se ve por fuera. La piscina se convierte en rutina en verano: después del trabajo, antes de comer, con los niños o a solas. Y el garaje, aunque práctico, también tiene algo de ritual: llegar, cerrar el coche y sentir que el día termina en un sitio que es tuyo. Las habitaciones tienen la medida justa. Ni frías ni impersonales. Son espacios donde cabe una cuna, una guitarra, un escritorio con ordenador, o todo a la vez. Los baños están hechos para usarsesin que falte lo esencial. Aquí hemos vivido cenas con amigos que se alargan hasta la madrugada, fines de semana de palomitas y manta, alguna mudanza improvisada de muebles y muchas decisiones importantes tomadas con una taza de café en la mano, junto a la ventana del salón. Si estás buscando un sitio donde empezar algo —una nueva etapa, una familia, o simplemente una vida más tranquila— este piso puede ser ese punto de partida. En la búsqueda de una familia que sea, al menos, tan feliz como nosotros lo hemos sido aquí, te enviamos un saludo. Honorarios de la agencia inmobiliaria, impuestos (el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, IVA o AJD, en su caso), otros gastos de la compraventa (gastos de registro de la Propiedad, Notaría, gestoría ni de posible financiación). Documento DIA a disposición del consumidor según Decreto 218/2005 Junta de Andalucía.