Casa adosada en venda a Centro

Hay hogares que no se describen… se sienten.

Entras y notas algo distinto: una mezcla de calma, luz y vida que te hace bajar los hombros y respirar hondo.
Este adosado en San Carlos es precisamente así: un lugar que te recibe con la calidez de quienes lo han cuidado con cariño durante años.

Al abrir la puerta, la luz entra sin pedir permiso. El salón, amplio y acogedor, te invita a imaginar tardes de invierno junto a la chimenea y mañanas en las que el sol se cuela por las ventanas. Desde aquí, un paso te lleva a una terraza que parece sacada de un rincón mediterráneo: vegetación, frescura y ese silencio bonito que solo encuentras en casas donde se vive despacio.

La cocina, grande y luminosa, es de esas que reúnen a la familia. Tiene espacio para una mesa auxiliar donde desayunar, trabajar o simplemente charlar mientras se cocina. Desde ella se accede a una terraza donde el lavadero y el armario empotrado conviven con plantas, risas y el aroma de una buena barbacoa en noches de verano.

Subes las escaleras y la luz sigue acompañándote. En la planta de descanso, la habitación principal te espera como un pequeño refugio, con dos armarios empotrados y un baño en suite reformado hace apenas tres años.
El resto de habitaciones, igualmente luminosas, guardan historias de siestas largas, juegos, libros y sueños. Otro baño, también renovado hace solo tres años, da servicio a esta zona, manteniendo la armonía y la estética moderna de la vivienda.

Un piso más arriba, el espacio se abre por completo. La buhardilla es ese lugar que despierta posibilidades: estudio artístico, despacho, sala de juegos, gimnasio, zona de lectura… lo que cada etapa de la vida pida. Desde su balcón, entra una brisa suave que hace que cualquiera quiera quedarse un rato más.

Y como guinda final, el sótano. Un nivel lleno de potencial donde puedes montar tu gimnasio, un gran trastero organizado o ese hobby que siempre dejaste para «cuando tenga sitio». Desde aquí se accede cómodamente al garaje, con espacio para dos coches, motos, bicicletas y todo lo que el día a día requiere.

Fuera de casa, la vida continúa en comunidad. San Carlos es una urbanización pensada para disfrutar: piscina donde celebrar el verano, zonas verdes donde los niños corren libres y seguros, instalaciones deportivas para los más activos y un salón social perfecto para celebrar momentos importantes.
Todo esto, rodeado de servicios que hacen la vida fácil: colegios como Ntra. Sra. del Carmen, Camp del Túria, Les Alfàbegues y Mas Camarena, supermercados, comercios de barrio, centros de salud, farmacias, metro, autobuses… incluso la CEU a solo dos paradas.

Un lugar donde todo está cerca y todo fluye.
Esta casa no es solo una vivienda.
Es la historia de una vida bonita que ahora espera a su próxima familia.
Una familia que quiera luz, calma, espacio, naturaleza y esos rincones que hacen que cada día se sienta un poco mejor que el anterior.

Si buscas un hogar que te abrace desde el primer paso, este es tu lugar.