Llena de luz y carácter, esta casa de pueblo mallorquina bellamente renovada combina el encanto tradicional con el confort moderno. Vigas vistas, paredes de piedra caliza, suelos de baldosas clásicas y contraventanas de madera dan a la casa un ambiente cálido y auténtico. Situada en una parcela de 170 m² en una tranquila calle de Santa Catalina, ofrece una distribución práctica y acogedora. La casa cuenta con un salón con chimenea, dos dormitorios dobles que comparten un cuarto de baño, un cuarto de baño adicional, un vestidor con armarios empotrados y una amplia cocina equipada con zona de comedor. Un altillo con claraboya se abre a un espacio flexible que puede servir de salón, despacho o zona de invitados. En la parte trasera, un patio de 55 m² conecta con la cocina a través de una luminosa zona acristalada e incluye una ducha exterior y un lavadero, perfecto para el entretenimiento o el relax. La propiedad también ofrece un impresionante potencial de desarrollo: tres plantas completas de 86 m² cada una más un ático de 52 m² (total 310 m²), con espacio para una piscina en el patio y un garaje en el sótano. O utilizar el espacio existente en la planta baja y añadir 2 niveles superiores (como se muestra en las fotos del plano). Una rara oportunidad de poseer un adosado listo para entrar a vivir en uno de los barrios más codiciados de Palma, con mucho espacio para hacerlo a su gusto.