Casa o chalet en
En el corazón del concejo de Quirós, donde el aire se impregna del aroma agreste de la montaña y el murmullo del río dibuja melodías ancestrales, se alza Aciera. Un reducto de paz donde el tiempo parece detenerse, abrazado por la majestuosidad del Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, un santuario de cumbres imponentes y bosques profundos, declarado con la solemnidad de Reserva de la Biosfera. El embalse también a sus pies, navegable y lleno de vida, forma parte inseparable de esta zona, y su escuela de escalada es de las más conocidas de la zona. Entre las callejuelas empedradas de Aciera, como una extensión natural del paisaje rocoso que la rodea, se erige una casa de piedra de dos plantas. Sus muros, testigos silenciosos de incontables inviernos y veranos, irradian una calidez terrenal, una conexión íntima con la tierra que la sustenta. Al cruzar su umbral, la mirada se posa en la nobleza de los materiales, en la armonía entre la solidez de la piedra y la calidez de la madera. La luz que se filtra por las ventanas acaricia los espacios, revelando texturas y sombras que danzan al compás del día. Cada rincón respira una atmósfera de cuidado y esmero, un legado de generaciones que han habitado y amado este rincón del paraíso. Contamos con un salón amplio y bien iluminado con cocina y comedor abierto, equipada al completo y con el confort de poder disfrutar de su chimenea en las tardes de otoño e invierno. Un baño abajo con espacio para la lavadora, y un dormitorio doble con armarios empotrados y ventana. Ascendiendo a la planta superior, se descubre un espacio concebido para la indulgencia de los sentidos. El dormitorio principal, un refugio de serenidad. . Además, otros dos cuartos de baño, uno completo. Desde el dormitorio tenemos las vistas más privilegiadas del concejo, atravesando la vista todos sus valles divisando a lo lejos la cima de Peña Rueda. Desde Aciera, el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa se despliega en toda su magnificencia. Un universo de cumbres escarpadas que acarician el cielo, de hayedos centenarios que susurran secretos al viento, de lagos de aguas cristalinas que reflejan la pureza del entorno. Cada sendero invita a una exploración pausada, a un encuentro íntimo con la naturaleza en su estado más salvaje y hermoso. Quirós, más allá de su imponente geografía, es un crisol de tradiciones arraigadas, de sabores auténticos que evocan la sabiduría de la tierra. Sus pueblos, salpicados en las laderas, conservan la esencia de una Asturias ancestral, donde la vida transcurre a un ritmo pausado, marcado por el ciclo de las estaciones. Esta casa de piedra en Aciera no es simplemente una construcción; es un portal a una experiencia vital profunda, una invitación a sumergirse en la belleza agreste y la serenidad de un entorno natural privilegiado. Es un lugar donde la conexión con la tierra y el disfrute de un espacio cuidado se entrelazan para ofrecer una estancia inolvidable. No dejes también de pasarte por lugares ya emblemáticos para comer como el Albergue de Arrojo, Casa Jamallo, y alguno más que te invitamos a descubrir tú mismo buscando más información por la zona... Suelos de gres, calefacción por caldera de gasoil, suministros dados de alta, y lo más importante: Su paisaje.
- 1 hab·
- 2 baños·
- 86 m²·
- Terraza
