Viviendas y casas en venta en

Érase una vez una familia que, cansada de las prisas, de los semáforos eternos y del vecino que decide hacer reformas justo el domingo por la mañana, decidió buscar paz. No paz metafórica, sino paz de verdad. De esa que solo se encuentra en lugares como Ordis, en el Alt Empordà. Y así descubrieron esta casa. Una casa con mayúsculas. Con sus 267m² perfectamente distribuidos sobre una parcela de casi 900m² —espacio más que suficiente para jugar a la pelota, plantar una higuera, hacer una piscina o las tres cosas a la vez. Construida en 2004, pero en un estado impecable, como ese amigo que nunca envejece y encima te cae bien. En la planta baja te recibirá una zona de día que es, literalmente, de altura: comedor y salón a doble altura, ideal para respirar a pleno pulmón (y sin filtros de polución). La cocina es de esas donde no solo se cocina: se charla, se brinda y se planea dónde colocar la barbacoa en la terraza, porque sí, tiene salida directa al jardín. También hay una habitación con baño para invitados o, por si tienes un adolescente que pide independencia (pero no pagar alquiler). Arriba, tres habitaciones más, una de ellas una suite digna de película: vestidor incluido y un baño con jacuzzi donde podrás hacer terapia sin pagar psicólogo. Todo con mucha luz, espacio y esa sensación de “aquí sí que viviría”. Además, aparte del gran garaje principal, tienes una edificación independiente que puede servir como segundo garaje, taller, sala de yoga o sala de escape urgente cuando haga falta. En resumen, si buscas una casa que no sea solo una casa, sino un lugar donde pasar páginas, comenzar capítulos y escribir historias, esta en Ordis podría ser la protagonista perfecta. Y no hace falta que te digamos que volará, porque eso ya lo sabes.