Edificio en Plaza Petra Fernández Gibello, 6, Valencia de Alcántara
Cuídate viajero si al Convento te conduce el camino, pues serás consagrado sin boato como fiel peregrino. Al fin tus plegarias son respuestas tras descansar entre sus muros, del arduo camino… Nada más conocer el cenobio te preguntas como siendo tan recoleto, soporta con liviano desdén tamaño peso, si acaso replica que la piedra adornada con toda su historia podría sustentarlo... Enclavado en la Campiña de Valencia de Alcántara en lo que antaño fue el Convento de los Frailes Franciscanos, este Hotel-Restaurante está ubicado a seis kilómetros de la localidad, y a tan solo cinco de nuestro querido país vecino Portugal. Estando siempre rodeado de excelentes vías de comunicación, para que en todo momento, los más sagaces aventureros encuentren su atajo, hacía este otrora singular Caserío de San Pedro de los Majarretes. Sea cual fuere el interés que te despierte tras tu llegada, verás que todo se conjuga con valiente maestría para saciar de forma atrevida toda guisa de apetito. Al final peregrino descubres con sorpresa, que toda cuestión se convierte en una suerte de senda que muda la mística, pero a contrario sensu, en un camino con sus tres etapas nuevas: 1.- De lo Místico: Aún resuenan los ecos desde que San Pedro de Alcántara iniciara su noviciado y tomase los hábitos de la orden franciscana en este lugar. Es más todavía se pueden recorrer las celdas encontrándonos la misma donde el Santo en su poyete, celebraba el sueño. Podemos mientras sopesar nuestro disfrute contemplando la quietud del Convento franciscano, que hiciera famoso el penitente; y entre su doble altar mayor superpuesto, disfrutar de la letanía que nuestra ánima con sosiego nos arroja. Para volver a lo mundano, si eres un comensal avezado, puedes degustar de singular condumio aprovechándote del insigne refectorio contiguo al Convento. Aderezando sus fogones las viandas sumando como especie la tradición, con buen gusto a legado histórico, llenando todos sus platos con legajo de recetas atrevidas, que rebosan todas ellas a sabor de Clerecía... 2.- De lo Lúdico: Aprovechando su inigualable ubicación, podemos visitar sus innumerables lugares de interés, rebosantes todos ellos de monumentos adornados con hermosos paisajes e infinita historia. Con multitud de actividades tales como: senderismo, cicloturismo, aviturismo...rematando su conjunto con excursiones para todos los gustos e inquietudes. Sin olvidar que este lugar alberga el mayor Templo Dolménico de Europa. Podemos absortos contemplar sus rocas pespuntando como agujas, solo aquí las líneas lay se sienten como monolitos celebrando una serie de acupuntura… 3.- De lo Mundano: El Hotel-Rural "El Convento" fue construido y decorado inspirado en el estilo castellano medieval que caracteriza el entorno y al propio noviciado. Consiguiendo con sobria elegancia convivir compitiendo con la hermosa campiña "valenciana". "Aquí la paz no es un sueño, sino una vivencia que se prolonga en el tiempo hasta convertirse en realidad". Siendo este el lema de este recoleto Hotel baste señalar que cuenta con nueve espléndidas habitaciones dobles. Cinco de estas mismas además de ser más amplias, cuentan con minibar, ducha de hidromasaje junto a una amplísima terraza; con vistas increíbles a las prehistóricas y majestuosas peñas de Puerto Roque y a la fronteriza Sierra Fría. Tres de ellas son de matrimonio. El restaurante cuenta con soberbio claustro comedor y dos amplios salones para celebraciones o eventos, unido a un extenso parking para sus clientes. Dispone además de extensas zonas comunes, sumando amplias terrazas y coquetos jardines posteriores. Dispuestos tanto para el disfrute como para el recreo, contando para ello con pista de pádel junto a una generosa piscina de agua salada. "El Convento" no solo mira bizco al pasado sino buscando el futuro está planeada una segunda planta, con siete resueltas habitaciones abuhardilladas; siempre buscando con desdén merecer además con soltura el Mester de Juglaría...
- 9 habs·
- 9 baños·
- 2800 m²
