2 Plantas bajas de alquiler en Alcalá de Guadaira

Algunas de las principales ventajas de alquilar una planta baja en Alcalá de Guadaira podrían ser: - Fácil acceso y entrada sin escaleras, lo que puede ser conveniente para personas con movilidad reducida. - Generalmente cuentan con un pequeño jardín o patio privado, lo que proporciona más espacio y privacidad. - Suelen tener una distribución más abierta y con más luz natural que los pisos en altura. - Pueden ofrecer más tranquilidad y menos ruido al estar en la planta baja.

Algunas características comunes de las plantas bajas en alquiler en Alcalá de Guadaira podrían ser: - Superficies que oscilan entre los 60 y 100 metros cuadrados aproximadamente. - Contar con 2 o 3 dormitorios, 1 o 2 baños, salón-comedor y cocina. - Disponer de un pequeño jardín o patio privado. - Tener garaje o plaza de aparcamiento incluida en el alquiler. - Estar ubicadas en zonas residenciales tranquilas, cerca de servicios y comercios.

El rango de precios de alquiler de una planta baja en Alcalá de Guadaira puede variar dependiendo de factores como el tamaño, la ubicación, las características y la antigüedad del inmueble. Sin embargo, en general, se podría estimar que los precios de alquiler de una planta baja en esta localidad podrían oscilar entre los 600 y 900 euros al mes.

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta al buscar una planta baja en alquiler en Alcalá de Guadaira podrían ser: - Comprobar que la planta baja cumpla con las condiciones de habitabilidad y seguridad necesarias. - Verificar que el estado general del inmueble y los equipamientos sean adecuados. - Asegurarse de que la ubicación de la planta baja se ajuste a tus necesidades en cuanto a cercanía a servicios, transporte público, etc. - Revisar cuidadosamente las cláusulas del contrato de alquiler y negociar las condiciones si es necesario.

Para alquilar una planta baja en Alcalá de Guadaira, generalmente se requerirá la siguiente documentación: - Documento de identidad (DNI, NIE o pasaporte) del arrendatario. - Nómina o justificante de ingresos para demostrar la capacidad económica. - Informe de vida laboral y/o contrato de trabajo. - Fianza, que suele ser el equivalente a 1 o 2 mensualidades de alquiler. - Posiblemente, también se solicite una garantía adicional, como un aval bancario o un seguro de impago.