En una finca rústica en Algarrobo, los huéspedes pueden disfrutar de actividades como caminatas por senderos, observación de aves, picnics al aire libre, y relajarse en un entorno natural y tranquilo. Algunas fincas también pueden ofrecer actividades como visitas a huertos o granjas, clases de cocina con productos locales, o talleres de artesanía.