Las fincas rústicas en Benamargosa suelen contar con amplios espacios abiertos, como huertos, olivares o viñedos. Muchas de ellas también disponen de construcciones tradicionales, como casas de campo o cortijos, que aportan un encanto rústico único. Además, estas propiedades ofrecen la oportunidad de disfrutar de la tranquilidad y el contacto con la naturaleza.