Finca rústica a Palau-solità i Plegamans
A diferencia de otras masías del término municipal absorbidas por el crecimiento urbanístico de las últimas tres décadas, Can Cinto conserva una independencia total respecto a las edificaciones vecinas. Se orienta de espaldas a ellas, con límites bien definidos y flanqueada por dos cursos de agua, mientras que la fachada principal se abre a más de 2,5 hectáreas de terreno llano y soleado. A escasos tres minutos a pie se encuentran los primeros comercios y servicios, lo que permite combinar la proximidad al núcleo urbano con la sensación de vivir en un entorno privado, prácticamente un mundo aparte. La superficie habitable actual es de 175 m², pero teniendo en cuenta las edificaciones anexas, podría alcanzar hasta unos 500 m², ya que el plan de ordenación municipal permite ampliarla (aunque se trate de una masía catalogada, no se encuentra bajo régimen de protección estricta). La finca se presta a una reforma y al aprovechamiento de los talleres y almacenes adosados al cuerpo principal, sin alcanzar dimensiones desmesuradas como sucede en otras masías, y la casa, por sí misma, conserva proporciones acogedoras y una distribución adecuada para una familia. El recinto está rodeado casi en su totalidad por un muro y dispone de dos accesos para vehículos; frente a la entrada se encuentra un estanque de riego de unos 100.000 litros, que podría transformarse en piscina, y una explanada situada a la sombra de un gran almez. Dentro del muro, un patio, corrales y almacenes rodean la casa. Algunas de estas construcciones anexas datan de los años sesenta, momento en que también se llevó a cabo una reforma interior de la vivienda. En el interior, la casa muestra un aspecto sencillo y sobrio, con buena entrada de luz natural en todas las estancias principales. La distribución, especialmente en la primera planta, podría simplificarse derribando algunos tabiques, mientras que el desván, dividido en dos secciones amplias, necesita acondicionamiento de paredes y suelos; el techo, en cambio, conserva las vigas en perfecto estado gracias a una cubierta sin goteras. Debido, en parte, a la presencia de los dos cursos de agua, la ordenación urbanística no prevé ninguna recalificación del suelo agrario, lo que garantiza la preservación de la finca de cara al futuro.
- 7 habs ·
- 2 baños ·
- 436 m² ·
- Pàrquing