13 agosto 2018
La vuelta de las vacaciones y el comienzo del curso escolar es uno de los momentos más activos en la búsqueda de un piso en alquiler. Teniendo en cuenta que los precios de los alquileres están subiendo, negociar bien la renta es un plus. Desde fotocasa te damos algunos trucos:
Ver el precio de alquiler de la zona
Es uno de los aspectos fundamentales. Ver precios de pisos similares te permitirá compararlos con el precio que te piden y, en caso de que te parezca caro, puedes comentarlo con el casero.
Conocer la oferta y la demanda
Haz un rastreo del área elegida a través de portales inmobiliarios. Ahí podrás apreciar cuántas viviendas y cuánta demanda hay, además de comprobar si los pisos tardan mucho en alquilarse. Si hay poca demanda, te beneficiará en el momento de la negociación, ya que el casero tendrá más dificultad para encontrar un nuevo inquilino y es posible que acceda a una petición de rebaja. Si hay mucha demanda, la negociación puede resultar más difícil.
Flexibilidad negociando el contrato de alquiler
Si te interesa mucho una vivienda, pero el casero no quiere bajar la renta, no está de más probar a negociar algunas contraprestaciones que te puedan compensar, como por ejemplo que pague parte del recibo de algunos suministros o impuestos como el IBI, o que ofrezca electrodomésticos más eficientes.
Perfil del inquilino
Nuestro perfil como inquilino/a puede ayudar. Tener una estabilidad laboral y unos ingresos fijos pueden ser una buena baza para convencer al propietario.
Ver qué busca el propietario
Normalmente, el casero busca la máxima información sobre el inquilino para asegurarse el cobro de la renta y no tener problemas, pero también es importante que tú como inquilino/a conozcas los intereses y expectativas del propietario porque te ayudará a la hora de negociar: saber si necesita alquilarlo rápido o no, si es una inversión en la que tiene hipoteca y tiene un gasto todos los meses, si es una herencia…
Contrato de alquiler de larga duración
Esto puede suponer un punto para reducir el alquiler, de ahí la necesidad de conocer al casero. Si prefiere contratos largos y no tener que estar alquilándolo continuamente, accederá a mejores condiciones.
En definitiva, para negociar con éxito un contrato de alquiler, conviene conocer a fondo los precios y características de la zona, los intereses y necesidades del casero, estudiar y negociar el contrato y, además, tener preparada una alternativa.